De vuelta.

Y aquí empiezo, empiezo a despedirme de algo mejor dicho de alguien, alguien que me sujeto en las noches mas gélidas y sobrecogedoras. Su voz, sus palabras, sus ojos ...  serán tan difíciles de dejarles ir...
Las risas que aun hacen eco en las paredes de aquella afable habitación en la que todas las noches nos reuníamos, para apoyarnos, para animarnos, para levantarnos el uno al otro, para quizás amarnos ocultándolo detrás de unas simples carcajadas. Mi posible alma gemela, los sentimientos que ocultábamos salieron destruyendo todo a su paso y con ello nuestro gran vinculo. Te quise tanto.


Atormentó tanto la despedida que hay días en los que se me corta la respiración y solo quiero salir corriendo, corriendo hacia ti, hacia esos brazos que nunca llegue a tocar a ese abrazo que quedo en nada . Esas noches de tormento solo las calman el imaginar que sigues aquí, que tus risas vuelven a llenar de color todo, a que el tiempo se pare. 

Ilusos simplemente eso fuimos, eso fui yo.

No quedan mas risas como las de aquellos días, no fue fácil, no es fácil olvidar tu voz, nada.

Empezar otra vez, quizás algún día la vida nos haga el favor .

tu.

En los agobiantes días de verano puedo ver como resbalan lentamente pequeñas gotas de sudor por tu frente, te observo y no puedo creer lo perfecto que eres. Tus ojos que dicen que son el espejo de alma (no lo niego). Dices tantas cosas a través de ellos... Muestran las cicatrices que te ha echo la vida, el dolor reprimido, pero no logro atravesar el muro tras el cual esta tu historia.
Mi chico duro cojamos un billete de ida y sin vuelta, perdamonos en los atardeceres de agosto.
Hemos esperado demasiado tiempo por un golpe de suerte, pero creo que deberíamos salir a buscarla, aunque ya somos los mas afortunados porque llevamos la libertad tatuada en la piel.

Demasiado tiempo en una jaula a ayudado a saber cuál es la verdadera libertad.
Nunca sabrás que es la libertad si nunca has estado enjaulado.

Renegados

Entre balas, explosiones y gritos decido soltar mi mano de ti, en su momento fuimos fuertes y un gran equipo invencible.

La vida es así, te pone aprueba y pone al máximo tus limites, y después te escupe y te deja con las manos vacías y unos cuantos remordimientos.

Por eso te abandono en la guerra, me doy la vuelta sin mirar atrás el gran desastre que se avecina. 

La vida sabrá como juzgar y como actuar ante él.

Las despedidas nunca han sido agradables pero... es  el momento en el que todos estamos juntos y unos tragos no son mal bienvenidos para olvidar la imagen de los renegados que hemos abandonado la guerra .