Grita conmigo.

Llevo tiempo mirando a las estrellas y preguntándome si habría alguien con el que compartir las noches de verano... riéndonos al rededor de una hoguera hasta el amanecer, 

el si habría alguien en quien confiar verdaderamente sin miedo a que me dejara por el camino... perdida y sin un lugar al que ir, 

una persona que con solo oír su voz te sintieras como en casa.

Y parece que las pequeñas estrellas me escucharon y te pusieron en mi camino.

Doy gracias, por tal golpe de suerte en mi vida llena de baches y de constantes caídas.

Ahora ya puedo subir a lo alto y gritar hasta sentirme liberada, porque tendré a alguien a mi lado que me de su mano y grite junto a mi.

Tendré a alguien con el que las noches de insomnio serán cortas e impregnadas de comprensión, de risas, de cariño, de amistad, de algo puro y salvaje.