Podría gritar en frente de ti todas tu mentiras.
Todos tus errores te están explotando contra el pecho.
En momentos de desesperación, en momentos de cólera, cuando todo se ha vuelto un caos, intentas pedir disculpas. Pero dulce todo a nuestro al rededor ha desaparecido, ya no queda nada, solo cenizas y humo.
Deja de actuar, los focos se han apagado y las cámaras han dejado de grabar.
Sal por esa puerta y busca unas piernas que te digan "bienvenido"
No hay comentarios:
Publicar un comentario